Más allá de las últimas voluntades legales hay también la posibilidad de que una parte de nuestros bienes constituya lo que se llama un legado y que este sea a favor de organizaciones sin ánimo de lucro dedicadas a la conservación de la naturaleza.
Un legado es una disposición del testamento que define los bienes que el difunto quiere donar a alguien que no sean los herederos legales.