Los átomos que conforman nuestro cuerpo son prestados por el Universo, nuestros átomos nos dan vida pero somos polvo de estrellas que se reciclan, tan pronto morimos vuelven al vacío del que procedemos.
El estilo de un funeral debería adaptarse a las características vitales de la persona fallecida. Una ceremonia funeraria es un rito cultural con un guión personal, no uno de estandar como imponen las empresas funerarias.