Cada difunto, cada cadáver, debería verse como una aportación para dar continuidad a la Vida, una contribución a que la muerte sea fértil, en lugar de un residuo del que desprenderse con la máxima rapidez posible.
El estudio de los cadáveres es una practica de la ciencia forense, gracias a los campos de descomposición, la antropología forense ha avanzado en determinar el proceso natural de la muerte,
La medicina y la antropología forense ayudan a los tribunales a establecer las causas de muerte y detalles relacionados con ella y predecir así como se produjo el deceso. Estas ciencias aportan las pistas cruciales sobre como se produjo la muerte de un cadáver