RestGreen, víctima del oligopolio funerario
El ataúd de RestGreen está compuesto de cartón reciclado y biodegradable. Está autorizado y homologado por el Ministerio de Sanidad como «Ataúd Ecológico Biodegradable» en 2013; tiene un peso de 11 kilos y soporta hasta 120 kg.
Se trata de un ataúd que además el cliente puede personalizar el diseño. Sería el más barato del mercado (unos 100 euros), pero el sector funerario e incluso las administraciones públicas saltándose la ley, lo han bloqueado y no se comercializa.
Su promotor, Javier Ferrándiz, sin embargo, puso en marcha este proyecto por convicciones éticas y ecológicas y sigue a la espera y con la esperanza de que un grupo inversor vea la excelencia de su producto y lo aproveche para abrir un nuevo estilo de negocio que rompa con el oligopolio funerario actual.
Hoy el ataúd de RestGreen está en "reposo verde"; pero la idea, tanto en el material escogido, el cartón reciclado, como en la concepción.
Un féretro económico y ecológico, sigue siendo necesario para bajar el precio de los funerales y promover la sostenibilidad en el negocio de la muerte. Ambas ideas ya se han implantado en otros países de la Unión Europea.
En Francia hay ataúdes de cartón
De hecho, su historia no es muy diferente de la puesta en marcha del primer ataúd mayoritariamente de cartón en Francia. Sin embargo, hay un notable diferencia y es que en Francia la administración vela por el cumplimiento de la Ley y, por tanto, se implicó ya en el tema en 1998 y posteriormente ha desarrollado normas que lo consolidan.
Otra cosa es que el oligopolio francés no ponga fácil la comercialización de ataúdes de cartón, pero no lo puede hacer con tanta desfachatez como en España..
En el territorio español no se hace cumplir la ley, ni tampoco existen mecanismos disuasorios para evitar que esta se incumpla, como sucede en Francia.
En Francia, impedir que alguien quiera ser enterrado o incinerado con un ataúd de cartón, puede significar seis meses de prisión o una multa notable (Artículo 433-21-1 del Código penal francés: Toute personne qui donne aux funérailles un caractère contraire à la volonté du défunt ou à une décision judiciaire, volonté ou décision dont elle a connaissance, sera punie de six mois d’emprisonnement et de 7.500 euros d’amende).
El periplo de RestGreen
RestGreen y su creador, Javier Ferrándiz ·"Descansa en verde", pero este comparten la convicción por cambiar el sector funerario. Empezó en 2009 a diseñar prototipos con la ayuda de expertos en cartón ondulado y en Valencia encontró la fábrica ideal para probar su idea para la cual dedicó cantidades muy importantes de inversión inicial..
Esta iniciativa de fabricar y comercializar un ataúd de cartón económico pretendía algo más que poner un producto ecológico, ya que su idea de fondo era cambiar las reglas del juego de los servicios funerarios que basan su estrategia de vender féretros de madera multiplicando por diez o más el precio de fábrica..
Homologados
Los ataúdes de RestGreen son ecológicos, biodegradables y fabricados con cartón ondulado reciclado, resistentes a la humedad, económico. Siguiendo lo que marca la ley tramitó la homologación (algo que muy pocos ataúdes en España han solicitado y se comercializan sin tapujos) en el Ministerio de Sanidad en 2012 y le fue concedida en 2013.
El promotor aportó las pruebas de que que cumplía con todas las características técnicas sanitarias especificadas en la norma UNE 190001:2008 (la que especifica la terminología, clasificación y características técnicas de los ataúdes).
En España, lo único que es obligatorio por el momento es lo que estable el decreto del Reglamento de Política Sanitaria Mortuoria de l 17 de agosto de 1974 el Ministerio de la Gobernación.
Este reglamento, todavía vigente a pesar de ser una herencia de la dictadura, establece que el ataúd común «estará construido con tablas de madera de 15 milímetros de espesor mínimo y unidas entre sí, sin abertura alguna entre ellas. La tapa encajará en el cuerpo inferior de la caja. Podrá ser sustituida la madera por otros materiales, siempre que haya sido aprobados por la Dirección General de Sanidad mediante resolución publicada en el BOE». Y esto es precisamente el caso del féretro de RestGreen.
Para poner a prueba su producto, fabricó 120 unidades, pero a pesar de la homologación del Ministerio de Sanidad y de las Comunidades Autónomas, su producto fue boicoteado por la industria funeraria (hasta la fecha sólo vendió una unidad) con diferentes tretas e incluso amenazas personales, que en 2017 El Confidencial explicó en un detallado reportaje.
Plagiado
De hecho los perjuicios que la industria funeraria ha causado a este emprendedor también le vienen incluso de Argentina. En aquel país la empresa, Restbox utiliza una falsificación de la homologación expedida por el Ministerio de Sanidad español a favor de Javier Ferrándiz, cómo si fuera suya.
El infractor es un empresario argentino que emplea la autorización de RestGreen manipulada para que parezca una autorización de la Unión Europea con total impunidad. Su empresa opera sin problemas e incluso se atreve a publicitar que los ataúdes del film Avatar (2009) eran "suyos".
Está claro que el Gobierno español no cumple con su deber de garantizar que no se manche el nombre del país (es inaudito que una empresa extranjera cometa un delito de falsificación documental y no se actúe de oficio).
Aún así, este emprendedor lo denunció ante la justicia y fiscalía anti-corrupción y el juez lo archivó.
Para su promotor, el constante rechazo hacia su ataúd de cartón se ha hecho “saltándose la ley”. En todo caso, las administraciones públicas que controlan los servicios funerarios ponen todas las dificultades que pueden.
Saben por experiencia que sus actos, aunque podrían ser calificados de presuntos delitos de prevaricación, en la práctica sólo se pueden resolver con procesos judiciales contenciosos largos, caros y tediosos.
En definitiva, una treta impune que retrasa la comercialización del producto y, por tanto, hunde económicamente la iniciativa. El resultado, a pesar de que el ataúd de cartón de RestGreen está homologado y autorizado no se puede comercializar.
Ataúdes de cartón para funerales de beneficencia
España es uno de los pocos países europeos en los que la administración pública tiene patente de corso para dictar resoluciones no reglamentarias a sabiendas lo cual obliga a presentar un recurso contencioso administrativo el cual resultará caro y lento. Además, en el peor de los casos, en caso de perder, la administración como mucho pagará las costas del proceso (que no sale del salario de los funcionarios implicados).
Una opción evidente para promocionar un producto ecológico como el ataúd de cartón sería para abaratar los servicios de entierro de beneficencia o de caridad. El féretro de cartón de RestGreen sería ideal ya que ahorraría costos públicos.
En capitales como Madrid o Barcelona, la administración es subsidiaria de los entierros de beneficencia (para familias con rentas mu bajas, como por ejemplo, menos de 600 euros al mes). Eso significa que estos entierros también llamados de caridad, sin cargo para la familia afectada, se sufragan con dinero público.
Sólo en Barcelona se calcula que son unos 300 entierros de caridad, aunque otros estiman que podrían llegar a 600 (de los 15.000 decesos anuales) por esta razón (1) y en Sevilla, unos 150 al año (2) o de 70 entierros en Zaragoza (3). El problema de tener que asumir entierros de beneficencia lo tienen todos casi los ayuntamientos de España.
Con ataúdes baratos desaparece el oligopolio funerario
Es incongruente que no se compren féretros de cartón baratos, cuando incluso algunos ayuntamientos españoles se etiquetan de "sostenibles" y han suscrito el compromiso de "compra verde". Pues bién, no hay un sólo ayuntamiento en el país que para los servicios funerarios de beneficencia haya licitado ataúdes de cartón homologados.
Apostar por la ecología en los servicios públicos de los entierros de caridad podría dar alas a existir ataúdes de cartón baratos como el de RestGreen. Sin embargo, la mayoría de los consistorios se limitan a delegar el servicio a las empresas funerarias del oligopolio.
Está claro que el oligopolio funerario tiene miedo que si en el mercado hay ataúdes de cartón, entonces otras personas podrían pensar en un funeral con estos y toda la estrategia comercial basada en el coste del ataúd de madera se iría al garete. Por eso bloquean la comercialización del ataúd de cartón a toda costa.
La industria funeraria convencional, observa el auge de la cremación, y sabe que por razones ambientales quemar ataúdes de madera tiene los días contados, a medida que la crisis ecológica incentive la conciencia en este ámbito. De ahí, que presionen para que estos no se comercialicen.
Un ataúd no es un contenedor para conservar el cadáver, sino un simple embalaje transitorio y en el cual el difunto permanece muy pocas horas, vaya que a duras penas tiempo de iniciar su descomposición y ni eso si se practican soluciones ecológicas para retardarla.