Cementerios verdes, otra forma de inhumar
El llamado cementerio verde (Green Burial) o también cementerio natural (Natural Burial) es un espacio en el medio rural o en una finca forestal donde se practica una inhumación ambientalmente responsable.
Directamente en el suelo, el cuerpo del fallecido se puede descomponer en la tierra con naturalidad y de este modo sus componentes orgánicos se conviertan en fertilidad y alimente así nueva vida en la naturaleza que lo acoge.
Otro cementerio es posible
A principios de la década de 1990, en el Reino Unido había una elevada tasa de cremación a la vez que se incrementaba la conciencia ambiental debido a la visible crisis ecológica que se puso de manifiesto con especial dramatismo en la Cumbre de la Tierra celebrada en 1992 en Río de Janeiro.
Una de las principales preocupaciones ambientales advertidas, además del consumo de combustible de carbono y el cambio global era la desaparición de la naturaleza o biodiversidad.
Un colectivo de personas sensibles a la desaparición de los paisajes naturales más prístinos y pintorescos del país vieron que se podía impulsar el concepto de un cementerio verde a un espacio natural o rural con valores paisajísticos y de biodiversidad.
Este espíritu es el que llevó a Ken West, a plantear en 1989 en la región de Cumbria el primer cementerio natural. Poco después se creó la asociación Natural Death Center, en 1991 por Nicholas Albery y su esposa psicoterapeuta, Josefine Speyer.
El objetivo de promover esta asociación era diseñar las bases para definir cómo debía ser un cementerio verde o natural. A la vez establecieron los protocolos de las ceremonias funerarias ecológicas.
Gracias a su trabajo y coraje, el entierro verde o natural ha sido ampliamente adoptado en todo el Reino Unido y en la actualidad cuenta con más de 270 cementerios verdes algunos de gran tamaño y otros más pequeños.
Los cementerios naturales se implantan
Un cementerio natural o verde se implanta en propiedades naturales o rurales de personas que se comprometen a conservar el entorno cuando convierten su finca en un espacio memorial.
Posteriormente, la idea se ha implantado de forma exitosa en otros países anglosajones. En todos ellos hay entidades que controlan la calidad de estos equipamientos. En Canadá es el Green Burial Society of Canada y en Estados Unidos, el Green Burial Sites in the United States.
El cementerio verde se concibe pues como una área memorial pero en la que la naturaleza toma una especial significación. Por este motivo, en este tipo de cementerios naturales no hay símbolos funerarios o estos son mínimos pues se potencian los aspectos ecológicos y paisajísticos del lugar.
La aparición de los espacios calificados de cementerios verdes ha ido acompañada de una potente conciencia ambiental colectiva. La razón de su aparición en los países de cultura cristiana protestante es porqué el concepto de la muerte es más liviano.
Los cementerios verdes han sido a su vez un impulso clave para los funerales ecológicos con productos específicos que no dañan al entorno natural.
Anualmente el Natural Death Center organiza un certamen sobre las iniciativas ecológicas más destacables en el ámbito funerario.
Los principios de un cementerio verde
En un cementerio natural o verde (un bosque, un espacio rural) las personas que quieren ser enterradas en él son las que buscan minimizar su impacto en el entorno local y global. No les importa tanto que la familia pueda tener una tumba personalizada sino un recuerdo vivencial.
En el cementerio verde se practica una ceremonia funeraria ambientalmente responsable y, por tanto, con productos funerarios ecológicos que faciliten la descomposición natural para que los restos mortales se conviertan en fertilidad para el suelo que los acoge.
Estos cementerios existen básicamente de forma legal en los países anglosajones (Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia) aunque tímidamente empiezan a implantarse fuera de estos países, como es el caso del cementerio de Niort (Francia) o el cementerio de la naturaleza de Utrecht o Natuurbegraven De Utrecht (Holanda).
Cinco principios básicos del cementerio natural o verde
En todo cementerio natural o verde se cumplen cinco principios básicos que conforman la filosofía de este tipo de instalaciones funerarias:
1. Prohibido embalsamar con formaldehído. Cuando se entierra sin formaldehído u otros productos conservantes, el cuerpo se descompondrá naturalmente, cumpliendo el precepto intemporal de "tierra a la tierra".
Si hay necesidad de reparar ciertos rasgos particulares en el cuerpo debe ser con productos naturales. Se puede preparar un rostro sin vida con lociones y ceras no lesivas para el medio ambiente y ofrecer a la vez una visión digna si así lo desean los familiares.
2. Inhumar en la tierra desnuda. Los restos mortales se colocan dentro de un féretro de materiales biodegradables (cartón, fibras vegetales, etc.) envuelto con un sudario tejido con fibras naturales biodegradables y luego se entierran directamente en la fosa cavada en el suelo a poca profundidad.
Alrededor y encima la fosa sólo hay tierra natural y no se coloca encima de la misma ningún ornamento no degradable, tampoco lápidas de piedra.
El cementerio natural está concebido como un lugar para recordar a los difuntos disueltos en la naturaleza, lejos del almacén de despojos humanos en tumbas de cemento. Es por tanto en su entorno natural que recordamos la memoria del ser querido.
3. Restaurar y conservar el entorno. A los pocos meses de haber completado un entierro verde, la superficie de cada tumba se restaura con plantas autóctonas locales. El cementerio natural tiene la consideración de lugar sagrado o memorial por la naturaleza que acoge.
Los cementerios verdes disponen de una red de senderos para caminar y de algún banco ocasional, ubicado de manera óptima en el conjunto del lugar memorial.
El operador del cementerio verde para el entierro verde se compromete a que el sitio nunca será reutilizado para otros fines y el ecosistema natural será protegido, a perpetuidad.
El estatuto de protección del medio natural de un cementerio verde es a su vez la mejor garantía para conservar los paisajes de nuestro entorno.
4. Honrar a la tierra. En un cementerio natural el recuerdo del difunto enterrado no lo atestigua una lápida sino la vivencia que han gozado los familiares al permitir que su ser querido honre a la tierra con sus despojos mortales.
En los entierros verdes la memoria del difunto queda impregnada en la belleza y la biodiversidad del cementerio natural.
La idea del cementerio natural es que la esencia del cuerpo del difunto se incorpora a la fertilidad y los ciclos naturales del lugar. El mejor tributo es dar vida (gracias al proceso de la descomposición del cuerpo) a la Vida
5. La tierra de es todos. El entierro en un cementerio verde exige una planificación de parte del gestor con el fin que siempre haya espacios en los que ya no quedan restos mortales.
Los gestores de un cementerio natural aseguran que se pueden organizar más entierros en una misma área que en un cementerio convencional con estructuras llenas de nichos o parcelaciones con tumbas de hormigón de propiedad o alquiladas por décadas.
En la gestión de un cementerio natural se maximiza la capacidad de entierro del sitio natural en aras a su función de retorno a la naturaleza. La tierra no es de un difunto concreto sino un espacio común compartido por aquellos que quieren honrar a la tierra con su cadáver.
Una opción cada vez más apreciada
El entierro verde es una realidad en constante crecimiento que refleja los valores de personas de todos los ámbitos de la vida. A finales del 2017, en el Reino Unido había 270 green burial registrados y más de 93 cementerios naturales en EE. UU.
De los más de 150.000 entierros que tienen lugar anualmente en el Reino Unido, alrededor de 12.000 (8% ) son entierros verdes en cementerio naturales.
En el Reino Unido, según un estudio de opinión, un tercio de los encuestados expresó una preferencia por el entierro verde sobre otros tipos de disposición funeraria.
En la zona canadiense del Estado de Victoria (British Columbia), otra encuesta de consumidores realizada de 2013 mostró que el 42% de los encuestados expresaba una preferencia por los servicios de entierro ambientalmente sensibles.
El entierro verde o la inhumación directa en la tierra sólo es posible en los cementerios naturales. Lamentablemente, en nuestro país estamos lejos todavía de que haya tanto el marco legal como la conciencia colectiva para aceptar el entierro en un bosque o un espacio natural o rural.
En España, lo único que ha sido autorizado es un proyecto de bosques para cenizas, pero no para entierro directo en la tierra (1).