Los refrigerios o ágapes funerarios en nuestra cultura no son habituales, sin embargo, en los velorios en el tanatorio se ofrece contratar un tentempié con refrescos y snacks.
El estilo de un funeral debería adaptarse a las características vitales de la persona fallecida. Una ceremonia funeraria es un rito cultural con un guión personal, no uno de estandar como imponen las empresas funerarias.
El duelo nos puede llevar a través de un paisaje interior que nunca hemos conocido, un paisaje que nunca hubiéramos deseado conocer. Un paisaje en el que el ser perdido queda sustituido por una sensación de vacío.
La Iglesia recomienda insistentemente que los cuerpos de los difuntos y las cenizas procedentes de la cremación sean sepultados en los cementerios u otros lugares sagrados.
La tanatopraxia agrupa las técnicas que hoy se aplican a la conservación de cadáveres y sobretodo se utilizan para mostrar el cuerpo sin vida con una determinada consistencia. Esta práctica emplea productos altamente tóxicos