Para un buen duelo es fundamental planificar nuestro ritual de despedida. Un buen funeral es esencialmente una ceremonia para anticiparse a los pasos del duelo. El recuerdo "festivo" o celebrativo de nuestra partida del mundo terrenal es siempre un impulso crucial para un buen duelo posterior.
La música en el funeral nos conecta con ese todo del que formamos parte y por eso la vibración musical puede ser un medicina y ayudar al duelo y por eso la vibración musical puede ser un medicina.
Planificar el propio funeral es concretar lo que podríamos denominar nuestros deseos funerarios, es decir, las elecciones, decisiones y reflexiones personales que nos gustaría que se respetaran después de nuestro fallecimiento.
La muerte es algo que no está al final de la vida, es un movimiento de la vida. La muerte está estrechamente relacionada con la vida y la mejor forma de honrarla es una ceremonia funeraria vivencial.
Los refrigerios o ágapes funerarios en nuestra cultura no son habituales, sin embargo, en los velorios en el tanatorio se ofrece contratar un tentempié con refrescos y snacks.