La última lección
La última lección
Madeleine, de 92 años rechaza la idea de acabar en un geriátrico. El día de su cumpleaños, en presencia de toda la familia, explica que desea morir con dignidad, según sus condiciones, y que ya ha decidido la fecha de su muerte. ¿Pero son sus hijos, Diane y Pierre, capaces de aceptar esta elección? En cualquier caso, Madeleine está decidida a seguir el hilo de su vida, como siempre lo ha hecho. Diane es más comprensiva que Peter, para quien la noticia es un cataclismo. Solo los nietos de Madeleine logran aceptar la decisión de su abuela.
No es una película más sobre la eutanasia (aunque en francés hay otras sobre el tema como el telefilm Clara s'en va mourir, 2011, Quelques heures de printemps, 2012, La vanité, 2015),
En La última lección, la opción del fin voluntario de la vida se presenta frente a enfermedades terminales o en personas con limitaciones e incapacidades para una vida humana común.
Esta película francesa invita a una reflexión diferente dado que la protagonista simplemente con una vejez estupenda desea que ha llegado el momento de partir.
El relato para algunos puede verse como un drama un poco edulcorado, pero que como buena película francesa nos aporta los distintos puntos de vista de un modo particular puesto que parece que todos los implicados vayan a tener la razón.
Si que es cierto que el film no evita poner en evidencia que a cada año que pasa la anciana está más limitada para algunas cosas habituales en su vida como adulta. Pero a la vez, vemos a persona vital y llena de buenos recuerdos y esperanzas. Por tanto, su anuncio el día de sus 92 años en realidad es una declaración de principios acerca de vivir con dignidad o morir cuando todavía la persona se siente viva para asumir el traspaso.
La película es también una dura crítica a los ancianos degastados y agotados que se acumulan en los geriátricos sin posibilidad y que sobreviven más que viven.
La película utiliza un buen número de recursos cinematográficos como los flashbakcs de la protagonista recreando la relación entre madre e hija y como esta comprende la vitalidad de su madre para tomar una decisión como la que les anunció.
El pasado de la anciana, combativo y militante en lo social así como la historia de su gran amor nos aportan precisamente esta dimensión vital y comprometida del personaje que argumenta su decisión. La película expone sin tapujos los argumentos la racionalidad que impulsa a la eutanasia en alguien que ha gozado de la vida en lugar de morir inválida y con una grave enfermedad más adelante.
Se puede criticar que el film apoya una vejez sin los baches de esta etapa y que elude por tanto lo que le caracteriza habitualmente para muchas personas mayores, la enfermedad y el dolor. Pero también es cierto que llegamos a esta vejez lamentable muchas veces a causa de un entorno malsano y una alimentación tóxica que la propia sociedad impulsa a través de sus corporaciones o como una etapa vital para dar lucro a las farmacéuticas.
La última lección, obvia todo esto y nos presenta el arte de saber poner fin a lo que fue bueno aunque algunos puedan considerar que el director no deja espacio a la reflexión por conducir el film con una secuencia demasiado rígido.
En cualquier caso la película está inspirada un bestseller del mismo título, de 2004 escrita por Noëlle Châtelet, quien nos cuenta con modestia "La última lección" de su madre, una lección llena de emoción y gravedad de su madre que abogó que abogó por el derecho a morir con dignidad y decidió a la edad de más de noventa años morir con toda lucidez y con toda dignidad.