La hija de los Russell
La hija de los Russell
Sarah Russell vuelve al pueblo de sus padres con veinte y tres años para decirles que padece leucemia. Su regreso al vecindario también hará que aflore un viejo sentimiento de culpa por algo que ocurrió seis años antes y que fue el motivo que la llevó a abandonar el hogar familiar.
El punto de arranque es la amenaza vital de la enfermedad sobre Sarah. Esto la empuja a regresar nuevamente a su pueblo natal aún sabiendo que tendrá que enfrentarse a la culpa por un accidente mortal en el que pensó estar profundamente involucrada. En su hogar familiar, el amor que recibe de su madre y su entorno será clave para su sanación.
Destacamos que es precisamente el agobio de culpabilidad que sufre la protagonista mantenida en el tiempo, lo que no permite que pueda perdonarse por si misma y la convence que aquello malo que nos ocurre tiene que ser un castigo por las cosas malas vividas. Este maniqueísmo de la protagonista se irá diluyendo gracias al amor que la rodea en su hogar familiar.
La historia nos pone a Sarah entre varios dilemas. En primer lugar aunque no fue por su culpa sino de un conjunto de circunstancias, ella tiene la percepción de que fue la causante de un accidente mortal a un niño de su comunidad.
Por otro lado, está diagnosticada de una leucemia agresiva y mientras acaba de ser aceptada en la prestigiosa escuela de medicina de Northwestern.
De hecho el nudo de todo es el sentimiento de culpa que puede acompañar a la muerte de una persona cercana y la necesidad del perdón entre todas las partes.
En este caso, el hijo pequeño de una pareja que vivía enfrente del hogar familiar y al que Sarah hacía de niñera. Este evento es la clave de todo a lo que se enfrenta a la vuelta de su hogar, incluso la rotura con su novio Evan.
Ella siente que el cáncer que le han detectado es producto de la presión emocional a la que se ha sometido por la culpa que sostiene y quizás por esta toma de conciencia finalmente habrá un triunfo heroico sobre esta adversidad de salud cuando "ella casi había perdido la esperanza".
La grandeza del espíritu humano
Se trata de un telefilm firmado por la la cadena de pago "Hallmark Hall of Fame" cuyos productos destinados al público familiar y tienen una notable carga moralizante, pero esta no pierde su realismo y aunque tenga momentos desgarradores lo hace con una dosis equilibrada de emocionalidad en la puesta en escena.
La hija de los Russell fue apadrinada por la cadena norteamericana CBS quién facilitó que se produjera una cinta que valorase la grandeza del espíritu humano.
Es una narración inteligente que aspira a un propósito más elevado, aunque se puede criticar su tono algo edulcorado, pero justificable por sus buenas intenciones.
Todos los actores realizan un buen trabajo en un proyecto que ilumina con destreza la humanidad de sus almas aunque estas estén teñidas de algunas cicatrices emocionales.