A Ghost Story
A Ghost Story
A Ghost Story es una película con una peculiar visión ya que está filmada en formato cuadrado a modo de las antiguas películas y se nos muestra a través de un fantasma de sábanas regias y tupidas con los ojos vacíos.
A través de su presencia se reflexiona sobre la pérdida y el dolor, el tiempo de lo inexplicable, la inescrutable naturaleza de la vida y la pertenencia. El argumento se centra en la perdida y como esta evoluciona con en el tiempo y la importancia de la naturaleza de la eternidad de un tiempo inexistente. Es una muy personal historia en torno al legado, la pérdida, y la necesidad esencial de todo ser humano de encontrar un significado y una conexión con cualquier ser querido que ha muerto.
A través de la alegoría de un fantasma vestido de su sábana blanca, demabulamos con el espíritu de un hombre fallecido, M, súbitamente y cuyo anhelo es consolar a su esposa, C. Con su nuevo estado espectral y fuera del tiempo concreto, el fantasma sólo puede observar con total pasividad cómo se escapa lentamente la vida que conocía y la mujer que ama.
El fantasma perdido
Cada vez más perdido, el fantasma se embarca en un viaje cósmico a través de los recuerdos a la vez que la historia del lugar en el que permanece también viaja en el tiempo. En el fondo la película intenta responder a las eternas preguntas de la vida y a la inmensidad de la existencia. La película, a la vez, es una acertada reflexión acerca del amor y del dolor a través de una visión y una experiencia sin duda claramente surrealista.
Una de las características de este film, que algunos califican de obra maestra, es la lentitud, ya que algunas escenas son casi en tiempo real. Así la escena inicial dura casi cinco minutos y será la única en la que veremos a C vivo. En la siguiente secuencia, su cuerpo yace dentro de un auto accidentado a pocos metros de la casa. En el hospital, M abraza el cadáver de su esposo por última vez y se retira.
La alegoría para algunos, lo sobrenatural para otros, permite que C se levante de la camilla donde yace como cadáver cubierto por una sábana inmensa en la que hay los dos ojuelos oscuros típicos de los fantasmas de animación. A partir de este momento el resto del film se mueve entre esos dos mundos, el de la vida real del lugar de la casa donde vivió M y el de la observación de un C incorpóreo pero presente.
El tiempo es la consciencia humana
No es una película fácil pues lo que parece la narración sobre el paso del tiempo en un lugar se convierte en el drama inherente al duelo de un fantasma que no puede abandonar el tiempo. Es en esta resistencia a aceptar la muerte de un ser querido en la que el fantasma queda atrapado en un no tiempo. Así C se convierte en el observador impotente del tránsito y del que M es sólo un pedazo del espacio-tiempo que fue para ambos su existencia en la casa. Un tiempo de conciencia por delante en el que C no puede interactuar sino simplemente observar.
Superar el duelo no es más que liberarnos de los lazos del recuerdo para asumir que el presente es lo único que nos permite gozar de la existencia. Nos convertimos en fantasmas cuando nos resistimos a soltar los recuerdos. Así podemos ver el fantasma protagonista como la alegoría del luto que debemos superar para abrazar la intensidad de la vida en lugar de sumirnos en el mundo de los fantasmas atrapados en el pasado.
A Gosth Story es una alegoría sobre la no existencia del Tiempo y que este es sólo una forma para que la consciencia humana pueda ordenar los eventos que experimenta desde la individualidad que forma parte del Todo.