Sigo aquí
Sigo aquí
Sigo aquí es una narración sincera que huyendo de lo sentimental anima al lector a interrogarse sobre las cosas que verdaderamente cuentan en la vida, a reflexionar sobre la fragilidad de nuestra existencia y a celebrar la belleza y el milagro que nos permite saborear la experiencia corpórea.
Maggie O’Farrell nos invita a acompañarla a su singular autobiografía basada en su experiencia que tiene como eje sus diecisiete roces con la muerte, la suya en varias ocasiones o la de alguno de sus allegados.
Lo que para otra persona podría valorarse como desgracias que la han rodeado, para la autora es una invitación a no gastar tiempo y energía en averiguar por que nos pasa lo que sea y a invertir en gozar de la belleza de existir, y de transitar su misterio con intensidad.
EL libro tiene el tono de vivencias eléctricas e impactantes ya que nos sumerge en experiencias cercanas a la muerte que sin embargo han mejorado en realidad su vida.
Una lectura recomendable y especialmente para aquellas personas que quedaron atrapados por la vivencia de Cheryl Strayed, autora de Salvaje (convertida en película titulada Alma Salvaje) o el relato de Joan Didion en su impactante El año del pensamiento mágico. Sin embargo, Maggie O’Farrell nos pasea de una forma excepcional por momentos vitales que la llevaron al límite.
Entre estos diecisiete relatos encontramos desde uno que relata la enfermedad que durante un año de su infancia la mantuvo en silla de ruedas dejándole diversas secuelas, una agresión en la adolescencia de la que logró salir con vida, de un accidente aéreo con final afortunado, de un parto que que casi termina fatalmente.
Todos ellos son relatos en los que la fragilidad de la vida queda al desnudo, pero de la que uno se enamora ya que la proximidad a la muerte trae siempre consigo un canto a la vida.
El estilo narrativo de O’Farrell tiene la precisión de una cirujana que va separando cada una de las capas externas que la llevan a mostrarnos las entrañas de estas experiencias sin ninguna compasión ni falsa emotividad.
La honestidad y la distancia con la que narra las vivencias las convierte en algo que casi nos puede parecer convencional pero con una reflexión clara qué invita a descubrir “lo crucial que es la vida”.
Sigo aquí no deja indiferente ya que sus propios roces con la muerte van seguidos de análisis profundo invitando constantemente a buscar las ganas de vivir.
Es una lectura que nos ayuda a valorar la propia vida y a verla desde la perspectiva de rendirse al aquí y el ahora que pregonan autores como Eckart Tolle,
Una lectura intensa, emotiva y motivadora para observar la muerte como una maestra para la Vida.