El hombre ante la muerte
El hombre ante la muerte
El hombre ante la muerte nos regala un análisis serio y hondo sobre el camino que estamos tomando. Ariès nos obliga a mirarnos al espejo y vernos como somos: seres acomplejados, renuentes a aceptar que nos guste o no, y como sabemos también desde hace siglos, toda existencia abriga en su ser un principio y un fin.
La vida y la muerte se representan como dos realidades entrelazadas, el frío y el calor, el norte y el sur, el ying y el yang. Dos caras de una misma moneda cuyo signo es, la mayor parte de las veces, resultado del azar, ajeno a nuestra voluntad.
En este monumental ensayo Philippe Ariès ‘El hombre ante la muerte’, originalmente publicado en 1977 cuya primera edición castellana es de1983. Fue reeditada por Taurus en 2011.
El trabajo de Philippe Ariès recoge y encapsula el imaginario sobre la muerte, y su cambio a lo largo del tiempo des de la perspectiva de la antropología, la historia, la filosofía y como esta queda inmersa en un proceso de cambio vertiginoso que tiende a borrar las huellas de su pasado especialmente en nuestra época moderna en la que se pretende que la muerte no exista.
‘El hombre ante la muerte’ comienza en la Edad Media. En este período la Religión Católica estaba todavía construyendo su estructura organizativa, desprovista de la plena legitimidad y reconocimiento del que gozaría.
Luego el poder político se encontraba disperso alrededor de una miríada heterogénea y dinámica de nobleza terrateniente, con luchas constantes como parte del proceso de definición de la monarquía; y la estructura social era esencialmente agraria, en una época de penurias y hambrunas que situaba la esperanza de vida por debajo de los treinta años.
Philippe Ariès analiza como la cultura de la muerte ha querido dejar su huella en la construcción de los cementerios como lugares de culto y la personalización de las tumbas antaño anónimas.
Luego se adentra en cómo estas han desembocando en el culto a la persona muerta, el crecimiento de la esperanza/calidad de vida y el distanciamiento de la muerte como experiencia vital y la transición del protagonismo del alma.
El autor también afronta con sistematicidad y didáctica las prácticas funerarias, desde el ataúd hasta el duelo por los difuntos, pasando por la construcción de cementerios o la individualización de los nichos
Su definición del más allá, se basa en una mezcla del cielo como lugar de reposo para el alma, así cómo la presencia real del ser fantasmagórico de los espacios y lugares conocidos en vida o la adaptación del culto religioso a estas transformaciones, en cultos y ritos…
Philippe Ariès pone/expone todas estas ideas a través una ingente y diversísima documentación: escritos privados e inscripciones, poemas u cánticos populares.
De los tiempos contemporáneos, Ariès nos habla de ellos con cierto tono de preocupación, pues cómo hemos pasado de naturalizar la muerte a externalizarla, de aceptarla como parte inherente de nuestra existencia a rechazarla a través del combate contra ‘los síntomas del envejecimiento’.
El culto al cuerpo y el culto a la juventud, es la dictadura de la estética y de la salud para negar la muerte, superarla, controlarla y someterla. El individuo contemporáneo vive el envejecimiento como un trauma, y la muerte como una vergüenza.
Según el autor hemos pasado de querer ampliar y superar la calidad de vida, a querer someterla a nuestro control.