La ayuda para morir en Canadá
La cuestión de la eutanasia o la ayuda médica para morir no está exenta de polémica (ver informe sobre esta realidad en el mundo). Pero de lo que no hay duda es que planteada con rigor moral y responsabilidad administrativa como en Canadá, constituye una posibilidad para algunos enfermos cuya muerte es inevitable o su sufrimiento físico y/o mental queda fuera de la dignidad vital.
La asistencia médica o ayuda para morir (AMM) en Canadá se convirtió en Ley en 2016 y está sujeta a una vigilancia gubernamental de acuerdo con un reglamento específico.
A raíz de una polémica causada por una denuncia de dos pacientes de fuerte discapacidad por impedirles la AMM, el gobierno de Canadá consultó a los canadienses sobre lo que habría que revisar respecto a la asistencia médica para morir.
La consulta efectuada a finales del 2019, se cerró en Enero 2020 y recibió más de 300.000 aportaciones. No es menos cierto que algunos colectivos médicos religiosos defienden no realizar adiciones o modificaciones en la política ya establecida sobre la eutanasia y el suicidio asistido.
Para facilitar la muerte asistida el Código Penal de Canadá contiene exenciones para los médicos y sanitarios que administran la muerte asistida acorde con los supuestos previstos en la legislación.
La experiencia de este país en el planteamiento de la eutanasia es inspiradora; aunque la ley canadiense es conservadora, esta se dictó para poder ser revisada a los cinco años de su aplicación.
Supuestos para la asistencia médica para morir
En Canadá, la ayuda médica para morir actualmente incluye: la administración de medicamentos por parte de un médico o enfermero/a practicante para causar directamente la muerte de una persona a petición suya y la dispensa de recetas o entrega de medicamentos que facilitan la muerte sin dolor.
La ley también define los criterios de elegibilidad de las personas que pueden solicitar la muerte asistida por un médico. A su vez proporciona medidas de salvaguardia que los médicos y personal auxiliar deben respetar al decidir si un paciente es elegible para la AMM.
En particular debe garantizarse que el paciente que solicita la AMM esté completamente informado, que es un acto plenamente conciente y que da su consentimiento. En estos casos es un servicio gratuito.
Como la legalización de la muerte asistida por un médico fue un paso importante para Canadá, el Parlamento se comprometió a revisar la Ley cinco años después de su adopción.
El compromiso de revisión pretendía abrir el debate público y político parlamentario sobre la experiencia adquirida en la puesta en marcha de la muerte asistida por un médico.
Desde la legalización de la AMM hasta octubre de 2018, fueron 6.749 canadienses los afectados por un sufrimiento intolerable que optaron por morir pacíficamente con la ayuda de un médico o una persona diplomada en enfermería.
Esto ha permitido que en los últimos cuatro años, los sistemas de atención médica en el final de la vida se hayan vuelto más familiares y cómodos. Con la provisión de la AMM los canadienses también han aprendido mucho sobre las circunstancias en las que está o no permitida.
Revisión legal de la ayuda médica para morir
La actualización de la AMM en Canadá pretende ampliar la elegibilidad de la opción más allá de aquellas personas que se acercan al final de sus vidas de forma inminente.
Cuando se implantó la aplicación de la AMM (Proyecto de ley C-14) en 2016, muchos canadienses expresaron su apoyo a un acceso más amplio a la AMM. Aquel compromiso de examinar una gama más amplia de circunstancias médicas para las que solicitar la AMM, se ha puesto en marcha ahora.
Inicialmente, el Gobierno de Canadá ha pedido al Consejo de Academias Canadienses (CAC) que examinase tres cuestiones complejas.
En concreto, debían valorar las solicitudes de autorización para aplicar a la AMM a menores, las solicitudes cuando la muerte no es inminente, y las solicitudes donde un trastorno mental es el único problema médico invocado para la aplicación de la AMM.
Los informes y un resumen de estos documentos fechados en 2018 se pueden encontrar en el sitio web de ACC.
Es cierto que, como hemos apuntado esta modificación de la Ley que se propone tiene también que ver con un problema de inconstitucionalidad planteado por los tribunales de la Región de Quebec.
En aquel tribunal dos personas con fuertes discapacidades físicas, a las que se les había negado el acceso a la AMM, plantearon su caso en la corte judicial.
Criterios para solicitar la asistencia médica para morir
Para poder acceder a la asistencia médica para morir con la actual legislación vigente el interesado debe cumplir con todos los siguientes criterios.
- Ser elegible para recibir servicios de salud financiados por el gobierno federal o de un territorio. Las personas que visitan Canadá no son elegibles para poder acceder a morir asistido por un médico como sucede por ejemplo en Suiza.
- Tener al menos 18 años de edad y no estar incapacitado mentalmente, para tomar decisiones por uno mismo.
- Estar afectado por un problema de salud grave e irremediable.
- Presentar una solicitud oficial de asistencia médica para morir que no sea el resultado de presión o influencias externas.
- Dar consentimiento fehaciente para acceder al servicio
Para que se considere que se padece un problema de salud grave e irremediable, debe cumplir con todos los siguientes criterios:
- Tener una enfermedad grave considerada incurable o una discapacidad permanente en casi todo el cuerpo.
- Vivir un estado de declive físico avanzado que no se puede revertir
- Experimentar un sufrimiento físico o mental insoportable causado por una enfermedad, discapacidad o una disminución que afecta a la capacidad de poder recibir alivio al dolor en condiciones aceptables.
- Estar en estado terminal inminente.
En todos los casos hay que tener el consentimiento del paciente. En cuanto a enfermedades mentales y discapacidad física avanzada, la elegibilidad se evalúa caso por caso examinando todas las circunstancias relevantes.
La legislación canadiense actual, pendiente de revisión en los casos de degeneración física, exige que la muerte del paciente debe ser previsible en un período no muy lejano, además de estar mentalmente capaz para ratificar la decisión.